La Comunicación del amor: ¡otra alternativa!

“Sabes que el hambre también es aliento, pero que sabes que opera con dignidad, que sabe qué hace al arte grande”. Rubén Mendoza.

Por: Jefferson Montaño Palacio

El avance científico y tecnológico inició con la revolución industrial a mediados del siglo XVII en Gran Bretaña, luego a mediados del siglo XX, continuó su desarrollo. Ahora en el siglo XXI, hemos sido testigos de los extremos y modificaciones profundas a través del ecosistema como resultado de la acción humana sobre los equilibrios ecológicos, económicos y sociales, desencadenando problemas de gran magnitud. Esto ha afectado las estructuras ecológicas, económicas y políticas. De esta manera, generando un permanente incremento de necesidades, desde lo individual hasta lo colectivo; esto nos exige una reflexión en cómo lograr que el desarrollo y la aplicación de la ciencia sea más humana haciendo un mejor uso de las nuevas tecnologías disponibles generando así un menor impacto ante el ecosistema.

Esta problemática hace parte de la responsabilidad de la ciencia (equivocadamente divididas en humanos o de la naturaleza), igualmente señala sobre las bases conceptuales del pensamiento Biofilosofía del maestro filósofo, biólogo y escritor “Humberto Maturana Romesín, como propuesta significativa de explicación de un sistema complejo como es el ser vivo, en especial lo humano, visto desde una nueva perspectiva que permite una compresión no reducida, ni simplista, sino todo un abanico de posibilidades que amplían el horizonte de entendimiento de la vida”; a todas las instituciones independientemente que sean gobiernos, universidades, empresas, iglesias o familias. Esto nos exige un nuevo enfoque que nos permita abordar estos problemas orientando las soluciones con sentido global, flexible, dinámico, en especial autorregulado, lo cual solo es posible hasta el momento si pensamos en una filosofía para la vida, entendida esta como una nueva reflexión sobre la condición humana desde el fenómeno biológico de la vida misma desde y hacia la comunicación desde sus inicios.

Nació el Frente Nacional entre 1958 – 1974, durante este pacto político entre los liberales y el conservatismo estos movimientos políticos se adueñaron de los medios comunicación en Colombia hasta la fecha. 

Por otra parte, entre los años 1980 y 1990, fue la época marcada por la violencia provocada por el narcotráfico, los carteles fijaron su mirada en los periodistas que le hacían frente a través de las denuncias públicas, seguidamente enviaban a bombardear estos medios de comunicación, asesinando y secuestrando luego a los diferentes periodistas por el ejercicio de su labor.

Entre los años 1990 y 2000, las bandas al margen de la ley, entre estas las diferentes guerrillas y grupos paramilitares hostigaron silenciando mediante el asesinato de Jaime Garzón, atribuyendo el miedo a los periodistas en las diferentes regiones del país, hechos que hasta el momento en los cascos urbanos y rurales siguen siendo vulnerables para el desarrollo de la libre prensa.

En la actualidad, las cuatro expresiones vivas de la comunicación continúan vivas siendo estas: hablar, escribir, escuchar y leer. Sin embargo, las presiones a la prensa son de otro estilo; con una presión más inteligente y menos evidente. Algunas formas de abuso contra los comunicadores y periodistas son las chuzadas, el espionaje ilegal, el exilio, las extrañas judicializaciones, las interceptaciones y la autocensura mediante intereses financieros de oligopolios económicos.

No obstante, lo que el maestro y científico Humberto Maturana, sostiene en principio, operamos bajo la suposición implícita de que estamos dotados de racionalidad. En ese sentido, la entidad observada viene de la nada. Como cuando nosotros mismos somos los conductores y de repente pasa por nuestro lado un vehículo, sin frenos que no habíamos visto en la última mirada al retrovisor. Nos preguntamos. ¿De dónde salió este carro? ¿Qué se cree este tipo? ¡Es decir, el famoso punto ciego! ¿Qué proponemos en esta construcción colectiva sobre la democratización del espectro y la política pública para los medios de comunicación en Colombia?

En una conversación sostenida en un evento académico con los delegados del proceso de paz en Colombia; me crucé con la maestra de periodismo y escritora Olga Behar. Me decía que el periodista atraviesa por un contexto de vulnerabilidad. Donde es un guerrero por la verdad y un guerrero por la supervivencia, debido a la precarización laboral, la violencia y amenazas en las regiones. Son muy vulnerables porque pertenecen a empresas pequeñas que no son capaces de conseguir financiación externa. Consiguen la publicidad en las instituciones estatales o en los grandes capitales y pierden su independencia. 

El proyecto de la Paz Total es lo único que puede garantizar paz para todo el mundo, entre estos a los periodistas haciendo énfasis en que las paces y los proyectos en las regiones son válidos y necesarios. Fortalecer las capacidades de los medios alternativos, comunitarios y digitales, crear una red colaborativa y solidaria en las regiones, además de promover y facilitar la ejecución de recursos, resulta clave para abogar por una política pública que proteja la libertad de prensa. 

Dejo esta reflexión al Gobierno del Cambio en cabeza del señor presidente Gustavo Francisco Petro Urrego, nos escuche en una mesa de trabajo y continuar atinando este proyecto a tráves de la Politica Pública de Medios y nos represente como profesionales y medios periodísticos Alternativo y Comunitario creando el premio al periodismo Alternativo Popular y Comunitario en Colombia GABOR.

Cierro; con la solicitud de un minuto de silencio y un fuerte aplauso en la memoria de quienes han partido como Botero y Garzón.