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Academia embilletada o educación pertinente para la UTCH


Academia embilletada o educación pertinente para la UTCH

Academia embilletada o educación pertinente para la UTCH

A 53 años de su fundación, cualquier análisis profundo sobre la crisis académica de la Universidad Tecnológica del Chocó (UTCH) conduciría a considerar dos hipótesis fundamentales. La primera se basa en el informe del Ministerio de Educación Nacional, que señala que, desde hace más de una década, exrectores como Eduardo García Vega y David Mosquera Valencia, junto con las directivas de la UTCH, han permitido que el 90% de los profesores, tanto de tiempo completo como de medio tiempo y cátedra, no cumplan con los requisitos para desempeñarse como docentes. Esto ha derivado en un pésimo nivel académico, reflejado en la constante posición de la universidad en los últimos lugares del ranking nacional.


Por: Víctor Manuel García Ayala

La segunda hipótesis está relacionada con la recuperación de la universidad por parte del grupo liberal de los "Cordobistas embilletaos", lo que ha conllevado la pérdida del derecho a una educación decente y pertinente. Como resultado, la calidad académica ha disminuido, el conocimiento científico y ancestral se ha visto afectado, y la corrupción ha proliferado. Esto ha contribuido a la estigmatización de los chocoanos como mal educados a nivel local y nacional. Además, este grupo ha ignorado la máxima de su mentor, Diego Luis Córdoba: "Por la ignorancia se desciende a la servidumbre y por la educación se asciende a la libertad". Superar esta crisis implica una tarea colosal para la UTCH.

Para cumplir con los tres pilares fundamentales de la educación universitaria —docencia, investigación y extensión social—, la UTCH debe conformar un grupo especial integrado por docentes, estudiantes, egresados y directivos. Este grupo deberá realizar un análisis estructural, formular una síntesis diagnóstica y diseñar el Proyecto Universitario Institucional (PUI), en cumplimiento de la Ley 30 de 1992, que define la educación superior como un servicio público cultural inherente a la finalidad del Estado. Este PUI debe complementar el Proyecto Educativo Institucional (PEI), establecido mediante la Resolución 0041 de 2007 del Consejo Superior Universitario, y alinearse con la Ley 115 de 1994, que regula la organización y prestación de la educación formal e informal en Colombia.

La UTCH debe asumir su rol como conciencia crítica de la sociedad y garantizar el cumplimiento de los códigos deontológicos de la profesión. Para ello, es esencial fortalecer la ética académica, acreditar programas de alta calidad para pregrado y posgrado, y formar estudiantes con una sólida base ético-política, capaces de responder a las demandas sociales, económicas, políticas y culturales de la nación. Además, es urgente recuperar la memoria histórica y comprender por qué, si en el pasado los chocoanos destacaban en las pruebas Saber Pro sin contar con una universidad, hoy, con una institución en el territorio, la UTCH ocupa los últimos lugares a nivel nacional, con puntajes de 116, 110, 115, 115 y 117 entre 2020 y 2024.

Como pilar del conocimiento, la universidad debe rendir cuentas sobre la falta de acreditación de sus programas, la calidad de sus profesionales y la eliminación de prácticas fraudulentas, como el "cartel de los puntos", donde algunos docentes pagan a empresas para que les elaboren artículos científicos con el fin de escalar en el escalafón académico. Además, debe promover la investigación científica real, la producción de textos académicos y la publicación de artículos en revistas indexadas. Asimismo, debe reconocer el conocimiento ancestral colectivo como una forma de conocimiento científico válida, entendida desde las lógicas propias de los pueblos originarios y su aporte al conocimiento universal.

La UTCH también debe desarrollar una pedagogía y metodología conceptual propia, basada en el pensamiento global y la acción local. Es necesario adoptar un enfoque no lineal del conocimiento, priorizar la protección del medio ambiente sobre el antropocentrismo, empoderarse de las tecnologías digitales y la inteligencia artificial, y aplicar la pedagogía crítica de la alfabetización inspirada en Paulo Freire, formando ciudadanos con pensamiento crítico y capacidad de razón. Además, la etnoeducación debe ser asumida como un hecho político, nacida de los pueblos originarios. La Cátedra de Estudios Afrocolombianos no debe ser diseñada exclusivamente por historiadores, sociólogos, psicólogos o antropólogos, sino que debe estar liderada por pedagogos y educadores para asegurar su implementación efectiva.

En el marco del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, la crisis académica de la UTCH se enfrenta a múltiples retos. De las (33 metas establecidas, 11 no fueron incorporadas) en el plan departamental del Chocó, lo que evidencia la responsabilidad tanto de la UTCH como del Consejo Nacional de Acreditación. Actualmente, el 37.3% de los chocoanos solo han alcanzado la educación básica, el 25.8% la secundaria y solo el 7.3% ha accedido a la educación superior. En el escalafón local y global, varias instituciones del departamento muestran desempeños preocupantes, lo que nos lleva a cuestionar el papel de la UTCH en la formación de futuras generaciones de docentes y estudiantes.

Ante este panorama, la sociedad chocoana debe unirse para respaldar la actual Rectoría de la UTCH y, junto a ella, movilizar todos los conocimientos académicos, científicos y éticos para salvar nuestra Alma Mater. No podemos permitir que la universidad continúe debatiéndose entre una "Academia embilletada" y una "Educación pertinente". El futuro de la educación en el Chocó está en juego, y es responsabilidad de todas y todos transformarla.


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