El gobierno de Donald Trump cierra y desfinancia VOA y otras emisoras internacionales
El gobierno del presidente Donald Trump llevó a cabo una serie de recortes presupuestales y medidas de reestructuración que resultaron en el cierre y desfinanciamiento de la Voz de América (VOA) y otras emisoras internacionales financiadas por el gobierno de EE.UU. Estas decisiones generaron una fuerte reacción en la comunidad internacional y entre los defensores de la libertad de prensa.
La Voz de América, junto con Radio Free europea y Radio
Liberty y otras estaciones gestionadas por la Agencia de Medios Globales de
EE.UU. (USAGM), han sido históricamente herramientas clave en la difusión de
información independiente en regiones donde la censura estatal limita el acceso
a noticias veraces. Sin embargo, bajo la administración de Trump, estas
emisoras enfrentaron una reducción drástica de fondos y una reestructuración
que puso en peligro su independencia editorial.
En 2020, la llegada de Michael
Pack como director de USAGM marcó el inicio de una serie de despidos y cambios
en la administración de estos medios. Pack, un aliado de Trump, implementó que
incluyó la destitución de directivos y la congelación de fondos destinados a
diversas estaciones, generando incertidumbre sobre el futuro de la agencia, los
trabajadores y sus misiones informativas.
Los recortes y la politización
de los medios financiados por el gobierno estadounidense generaron críticas
tanto dentro como fuera del país. Congresistas de ambos partidos expresaron su
preocupación por el debilitamiento de una de las herramientas clave de
diplomacia pública de Estados Unidos. Periodistas y analistas denunciaron que
estas acciones afectaban la credibilidad y la efectividad de los medios en la
lucha contra la desinformación global.
Organizaciones defensoras de
la libertad de prensa, como Reporteros Sin Fronteras y el Comité para la
Protección de los Periodistas, alertaron sobre el impacto negativo de estas
decisiones en la libertad de expresión y en la capacidad de EE.UU. para
promover valores democráticos a nivel internacional. También advirtieron en su comunicado que la
pérdida de estas emisoras dejaba un vacío informativo en zonas donde la censura
gubernamental es predominante.
«Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresa su profunda preocupación por esta decisión de la administración Trump, una medida que amenaza la libertad de prensa en todo el mundo y niega 80 años de historia estadounidense de apoyo al libre flujo de información. RSF pide al gobierno de Estados Unidos que respete inmediatamente la autonomía de VOA como organización de noticias independiente y cancele esta decisión. Además, RSF insta al Congreso y a las partes interesadas internacionales a movilizarse contra esta fatídica medida. RSF se solidariza con los empleados del medio y muestra su preocupación por los 10 empleados de USAGAM actualmente detenidos en el extranjero por hacer su trabajo».
Aunque algunas de las emisoras
han logrado seguir operando con fondos limitados, la incertidumbre sobre su
futuro persiste. Con el cambio de administración en 2021, hubo intentos de
revertir algunos de los daños causados, pero el impacto de los recortes sigue
sintiéndose en la estructura y alcance de estos medios.
El cierre y desfinanciamiento
de VOA y otras emisoras internacionales durante la administración de Donald Trump
representan un golpe significativo a la estrategia de comunicación global de
Estados Unidos. La medida no solo debilitó la influencia del país en la esfera
mediática internacional, sino que también dejó a millones de oyentes sin acceso
a información confiable en contextos de represión y censura.
Informe: redacción tercera RAÍZ
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