Harvard responde con contundente demanda ante amenaza de Donald Trump
La
Universidad de Harvard presentó este lunes una demanda contra la administración
del expresidente Donald Trump por el congelamiento de más de 2.200 millones de
dólares en fondos federales para investigación y la amenaza de recortar $1 mil
millones adicionales. El litigio, radicado en el Tribunal de Distrito de EE.
UU. en Boston, alega que esta decisión vulnera la Primera Enmienda y representa
un ataque directo contra la autonomía académica.
Por:
Isabel Cortés
“El
Gobierno no ha identificado, ni puede identificar, ninguna conexión racional
entre las preocupaciones por el antisemitismo y la investigación médica,
científica, tecnológica y de otro tipo que ha congelado, cuyo objetivo es
salvar vidas, fomentar el éxito estadounidense, preservar la seguridad
estadounidense y mantener la posición de Estados Unidos como líder mundial en
innovación”, sostiene la demanda.
La
ciencia en riesgo.
Harvard
advirtió que esta interrupción amenaza con frenar avances cruciales en
investigaciones sobre cáncer pediátrico, Alzheimer, Parkinson y otras
enfermedades que dependen de subvenciones federales. En una carta dirigida a la
comunidad universitaria Upholding Our Values, Defending Our University - Harvard
University President, el rector Alan M. Garber advirtió:
“Hace
unos momentos, presentamos una demanda para detener la congelación de fondos,
ya que es ilegal y excede la autoridad del gobierno.”
Garber
subrayó que la decisión del gobierno “obstaculizaría investigaciones cruciales
sobre enfermedades”, en momentos donde los esfuerzos científicos deben ser
potenciados, no socavados.
La
tensión entre gobierno y autonomía universitaria.
Desde
febrero, Harvard enfrentó crecientes presiones por parte de la Casa Blanca.
Según documentos judiciales, la administración Trump exigió cambios en las
políticas de gobernanza, contratación y admisión de la universidad, en un
aparente intento de controlar su orientación ideológica.
“Antes
de tomar medidas punitivas, la ley exige que el gobierno federal nos informe
sobre cómo combatimos y seguiremos combatiendo el antisemitismo. En cambio, las
exigencias del gobierno del 11 de abril buscan controlar a quién contratamos y
qué enseñamos”, escribió Garber.
Harvard
sostiene que estas exigencias violan su libertad académica y están diseñadas
para imponer un “equilibrio ideológico” en sus aulas, una práctica que el
rector calificó como “una intromisión indebida del gobierno”.
Una
ofensiva política con impacto global.
La
demanda nombra como demandados a nueve agencias federales, incluyendo los
Departamentos de Educación, Justicia, Energía, Defensa, Salud y Servicios
Humanos (HHS), la Fundación Nacional de Ciencias, NASA, la Administración de
Servicios Generales (GSA) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
Todos han suspendido contratos y subvenciones
en lo que Harvard califica como una “escalada punitiva”.
Además
de los fondos congelados, la Casa Blanca ha sugerido eliminar el estatus de
exención fiscal de la universidad una medida que podría afectar su viabilidad
financiera a largo plazo. Trump escribió en Truth Social:
“¿Quizás Harvard debería perder su estatus de exención fiscal y ser gravada como entidad política si sigue promoviendo la 'enfermedad' con inspiración política, ideológica y terrorista?”
https://truthsocial.com/@realDonaldTrump/114342374504628520
Este
mensaje ha sido interpretado como un intento de intimidar a una institución que
históricamente ha mantenido una postura crítica frente a los gobiernos,
defendiendo la pluralidad y el pensamiento independiente.
¿Qué
está en juego?
Harvard
recibe cerca de 9.000 millones de dólares anuales en fondos federales,
destinados principalmente a proyectos de investigación. La interrupción de este
flujo afecta directamente a laboratorios, centros de innovación y programas que
benefician a miles de investigadores y estudiantes, no solo en EE. UU., sino a
nivel internacional.
En
su presentación judicial, los abogados de Harvard argumentan que el
congelamiento “no tiene nada que ver con el antisemitismo ni con el
cumplimiento del Título VI de la Ley de Derechos Civiles”, y que las agencias
federales eludieron procedimientos legales básicos, violando las garantías procesales
y el debido proceso.
¿Y
ahora qué sigue?
La
demanda será revisada en las próximas semanas. Mientras tanto, universidades de
todo el país observan con atención, conscientes de que este caso no solo es una
batalla por el financiamiento, sino por el alma del sistema educativo
estadounidense.
Como
advirtió Garber en su misiva del lunes: “Defendemos la verdad de que los
colegios y universidades de todo el país pueden aceptar y honrar sus
obligaciones legales y cumplir mejor su papel esencial en la sociedad sin la
intromisión indebida del gobierno.”
El
conflicto entre Harvard y la administración Trump pone sobre la mesa una
discusión que trasciende fronteras: ¿deben los gobiernos influir en el
pensamiento académico y científico a cambio de recursos públicos?
Desde
América Latina hasta Europa y Asia, la independencia de la educación superior
enfrenta desafíos similares. Es momento de defender el conocimiento como un
bien público global, libre de presiones ideológicas y político-partidistas.
Demanda completa:
Harvard Funding Freeze Order
Complaint or Harvard Constitutional and Title VI Complaint
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