Universidad
de Harvard resiste: el costo por defender su autonomía
En
un enfrentamiento sin precedentes, la Universidad de Harvard se ha convertido
en el epicentro de una batalla política que amenaza con redefinir la relación
entre el gobierno federal y la educación superior en Estados Unidos.
Por:
Isabel Cortés.
El
14 de abril de 2025, la administración del presidente Donald Trump anunció la
congelación de más de USD 2.200 millones de dólares en fondos federales
destinados a Harvard, además de USD 60 millones de dólares en contratos, tras
la negativa de la universidad en cumplir con una serie de demandas
gubernamentales. Este conflicto, que escaló con amenazas de revocar la exención
fiscal de Harvard, marca un punto de inflexión en la lucha por la autonomía
académica.
Desde
su regreso a la presidencia en enero de 2025, Trump ha intensificado sus
esfuerzos por reformar las universidades de élite, argumentando que muchas
fomentan ideologías contrarias a los "valores estadounidenses". En el
caso de Harvard, la Casa Blanca exigió cambios drásticos en las políticas de
admisión, contratación y docencia, con el objetivo declarado de combatir el
antisemitismo en el campus. Entre las demandas específicas se incluyen la
eliminación de programas de diversidad, equidad e inclusión, la prohibición de
máscaras en protestas estudiantiles, y la revisión de los programas de estudios
de Medio Oriente para garantizar "neutralidad".
La
administración también pidió a Harvard cooperar con agencias federales en la
persecución de estudiantes extranjeros que participen en actividades consideradas
"antiestadounidenses", lo que ha generado críticas por su ambigüedad
y potencial para restringir la libertad de expresión.
Carta
con “demandas sin precedentes que está haciendo el gobierno federal para
controlar a la comunidad de Harvard”: Letter
Sent to Harvard 2025-04-11
La
respuesta de Harvard: un desafío a la autoridad.
El
día lunes 14 de abril, el presidente de Harvard, Alan M. Garber, emitió un
comunicado contundente, calificando las demandas de la Casa Blanca como un
intento "inconstitucional" de controlar la institución. "No
renunciaremos a nuestra independencia ni a nuestros derechos constitucionales",
afirmó Garber, marcando la primera resistencia pública de una universidad
frente a las políticas de Trump. La universidad también contrató a dos
prominentes abogados para defenderse de lo que considera un ataque a su
autonomía.
La
decisión de Harvard ha sido respaldada por figuras como el expresidente Barack
Obama, quien calificó la congelación de fondos como un intento
"ilegal" de sofocar la libertad académica, y la gobernadora de
Massachusetts, Maura Healey, quienes elogiaron la postura de la universidad.
Impacto
en la financiación y la investigación.
La
congelación de USD 2.200 millones de dólares en fondos federales representa una
amenaza significativa para Harvard, cuya investigación en campos como la
medicina, la tecnología y las ciencias sociales depende en gran medida de estas
subvenciones. Según el Washington Post, la universidad ya tomó medidas
preventivas al pedir prestados $750 millones en Wall Street para fortalecer sus
finanzas. Sin embargo, expertos como Donald E. Ingber, director del Wyss
Institute de Harvard, advierten que esta medida podría paralizar "la
gallina de los huevos de oro de la ciencia y la educación
estadounidenses".
Reacciones
en otras universidades.
El
desafío de Harvard no es un caso aislado. Otras universidades de élite
enfrentan presiones similares. La Universidad de Columbia, por ejemplo, perdió USD
400 millones de dólares en fondos federales en marzo de 2025 tras protestas en
el campus relacionadas con la guerra entre Israel y Hamas. Aunque Columbia ha
optado por negociar con la administración, su presidenta interina, Claire
Shipman, aclaró que no cederán en cuestiones que comprometan su autonomía.
Por
su parte, Princeton perdió USD 210 millones de dólares en becas de
investigación, mientras que Cornell y Northwestern enfrentan congelaciones de USD
1.000 millones y USD 790 millones, respectivamente. Estas instituciones han
expresado preocupación por la falta de claridad en las acusaciones de la Casa
Blanca y el impacto en investigaciones críticas, como el desarrollo de
tecnologías médicas.
El
futuro de la educación superior.
La
escalada de tensiones entre la administración Trump y las universidades plantea
preguntas profundas sobre el equilibrio entre la supervisión gubernamental y la
libertad académica. La amenaza de Trump de gravar a Harvard como una
"entidad política" si continúa "promoviendo enfermedades
ideológicas" ha intensificado el debate, con algunos críticos comparando
estas tácticas con el macartismo de la década de 1950.
A
medida que Harvard prepara su defensa legal, el resultado de este
enfrentamiento podría sentar un precedente para otras instituciones. ¿Podrán
las universidades mantener su independencia frente a la presión financiera? ¿O
cederán ante las demandas de un gobierno que controla los recursos federales?
Por ahora, la resistencia de Harvard ha inspirado a otras instituciones a
reevaluar su postura, marcando el inicio de una lucha que trasciende los campus
universitarios.
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